Opinión

El mito de las pesas en niños

Por Édgar Mantilla / Técnico Nacional de Patinaje

En la pasada edición, planteamos parte del tema que en la presente ampliamos, y que se relaciona con la importancia del desarrollo de la fuerza en los niños. En aquella oportunidad desmitificamos el mito de que en la niñez no puede levantarse pesas, y por el contrario, explicamos su valor para deportes como el patinaje, por ejemplo.

Ahondando sobre el particular, vale decir que no se trata de un entrenamiento concreto, sino de una proyección para dar las bases hacia futuras cargas en años venideros. Se trabaja hoy para soportar la exigencia del mañana.

La utilización de métodos como los saltos específicos y programas estrictos, no son recomendados en las primeras edades, por la incidencia que ejercen sobre los huesos y las articulaciones. Una cosa es el desarrollo de la fuerza y otro el uso inadecuado de prácticas que afectan.

Conveniente resulta entonces realizar saltos en combinación con la resistencia, es decir, corriendo y saltando. Los métodos isométricos, como la ya conocida posición básica, adoptándola sin movimiento y por largo tiempo, no es recomendable.

Una problemática de las capacitaciones a las que asisten monitores y técnicos, es que los temas dictados son para los atletas jóvenes y adultos, y éstos los aprenden y aplican a los niños. El medio de los saltos específicos, es una de estas prácticas.

El niño no es un ser adulto en miniatura, al que las actividades de los mayores simplemente se le reduce y aplica en otra proporción. Falla protuberante. Según sea la edad, así mismo debe ser la exigencia física. Es de sentido común.

A qué edad en consecuencia es prudente iniciar el entrenamiento de la fuerza especifica del deporte? Sin duda en la adolescencia, pues es la etapa que coincide en gran parte con el desarrollo, y donde el organismo segrega gran cantidad de hormonas, en especial las del crecimiento.

Se debe aprovechar este momento para el estimular la masa muscular, comenzando el entrenamiento de la fuerza, buscando un estímulo de la hipertrofia muscular, por medio de varios macro ciclos y garantizando las bases hacia cargas mucho más altas.

Se recomienda en esta edad, hacer rutinas con intensidades bajas, e ir aumentando progresivamente su número de series, repeticiones e intensidad, así como utilizar gran variedad de ejercicios, que estimulen la mayor parte de la musculatura corporal.

De esta forma el atleta se iniciará en el entrenamiento de la fuerza especifica, hasta llegar a trabajar con altas series, repeticiones e intensidades; buscando así el entrenamiento de la fuerza máxima, pasando por la hipertrofia, la intramuscular y la fuerza rápida y resistencia a la fuerza.

¿Las pesas me ponen lento?, es una pregunta recurrente entre padres los deportistas. Todo lo contrario, ya que la aceleración está directamente relacionada con la fuerza y la potencia. Otro mito sin sentido que ha hecho carrera en el entrenamiento deportivo.

Un ejemplo del diseño de un plan de hipertrofia muscular, fue el aplicado a los atletas del Club Campestre entre los años 1996 a 2000, y donde los deportistas ganaron un aumento de masa muscular considerable entre medio y un centímetro así como incrementaron su fuerza en un 40 por ciento. El deporte está lleno de mentiras en muchos aspectos y entrenamiento no escapa a inexactitudes o mitos.

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