Opinión

En Llaneros Fútbol Club la tienen clara

Por: Alfonso Sierra Trujillo

Que los padres de los jugadores del equipo sub 17 de Llaneros hayan sido invitados por el equipo a disputar un partido, donde se pusieron la camiseta que lucen sus hijos, tiene, por supuesto, mucho más que de anecdótico, y trasciende lo estrictamente deportivo.

El encuentro que pasará a la historia como el primero donde los protagonistas no fueron quienes sueñan con jugar en el conjunto llanerista, sino aquellos que quieren ver triunfar a sus muchachos; es la punta del iceberg que evidencia como las cosas cambiaron en el club.
Más pronto que tarde, pasamos de la mula al avión súper sónico. De equipos manejados con ceguera empresarial, idos por un despeñadero uno tras otro, dejando tristeza, frustración y desencanto (Llaneros no fue la excepción), saltamos en un santiamén a una institución que, a pasos veloces, va palo arriba y crece como la espuma.

El deporte profesional es mucho más complejo de lo creído. El simplismo suele llevar a la oscuridad y a entrarnos en el túnel que conduce a quedarse con lo qué pasa en los 90 minutos de un juego o en una temporada, para calificar si un equipo es bueno, regular o malo. Como todo lo subjetivo, es solo una opinión personal.

Mas ver en profundidad a un club de alta competencia, como tiene que ser en un análisis serio y juicioso, implica agudizar la vista y mirar más lejos de la punta de la nariz. El mejor equipo no es, necesariamente, aquel que más títulos y trofeos exhibe en su galería, o el que enfrenta finales a cada rato. Pensar así, es además de pobre, insensato.

Neil Armstrong al descender en 1968 del Apolo 11 en la Luna, aparte de convertirse en el primer ser humano en pisarla, lanzó una frase que aún retumba y lo eternizó: “Un pequeño paso para el hombre; un gran salto para la humanidad”. Parodiando al astronauta estadounidense, lo que ha hecho Llaneros en menos de un año, ‘es un gran salto en nuestro fútbol profesional’.
Los logros alcanzados, evidencian que sus directivos la tienen clara. Comenzando porque comprenden a cabalidad, y en toda dimensión, que un club de fútbol es, debe ser, muchísimo más que el equipo participante en un campeonato. Y que, como todo proyecto empresarial en grande, parte por invertir recursos económicos con varios ceros a la derecha.
La gestión dirigencial llanerista pone de manifiesto que se sabe para dónde se va. Que el concepto del marketing está perfectamente entendido y aplicado. El producto de este es la resultante de articular distintas piezas, que, unidas y sincronizadas, entregan la cosecha esperada. En el mundo de los negocios, el acertado manejo del mercadeo juega un papel preponderante.

Con superficialidad y escasa visión, puede creerse que marketing, en el deporte, es igual a conquistar patrocinadores y promocionar productos. Desde luego que es parte del objetivo comercial, pero en realidad, este supera tal concepción primaria, para encerrar múltiples elementos que fortalecen y consolidan la marca propia, enamorando a seguidores y clientes.
En tal sentido, Llaneros ha demostrado que conoce bien de qué se trata. Las nóminas en el equipo profesional, amalgaman experiencia con juventud, y el propósito a conseguir es claro, ascender a la máxima división profesional. Sabido es que a los equipos los hace grandes y queridos, en buena medida, sus éxitos deportivos. Cuenta con una sede deportiva (con casa hogar, incluida), que envidiaría más de uno de los viejos e históricos clubes de Colombia.
Posee en funcionamiento dos escuelas de formación, una en Villavicencio y la otra en Granada. La idea es seguir abriendo escuelas en el Meta y en los Llanos Orientales. Procesos formativos tiene, así mismo, en Cundinamarca y Cauca. En cada cancha se forja la ilusión de nuestros niños, el jugador de hoy y la potencial estrella del mañana, al igual que también el hincha llanerista, y con él, su entorno familiar y social, afín al club.

Por primera vez, Llaneros está tomando parte en el campeonato de la Liga de Fútbol del Meta. Este fin de semana inició a jugar el torneo nacional interclubes sub 17. Cuando comiencen las competencias, participará en otras categorías, seguramente. Y busca tocar las fibras del sentimiento regional hacia la institución, llevando el equipo que disputará la Liga Femenina, a tener como plaza el estadio Santiago de las Atalayas de Yopal.

Haberle entregado la camiseta a mandatarios, como realizado prácticas del conjunto profesional en municipios, además de brindar un novedoso espectáculo deportivo, es acercar al club a las localidades para ir dejando atrás o borrando la concepción que podía existir en estas, si en efecto así ocurría, de que Llaneros FC era solo de Villavicencio.

En la era de las comunicaciones, imposible es concebir y entender la palabra marketing, sin un adecuado manejo de las mismas. El envío a los medios de prensa y la publicación en redes sociales, de la nómina titular y de suplentes que debutó en el interclubes sub 17, mostró que se tiene definido el significado de que Llaneros FC es la integralidad deportiva, y no solo el equipo que disputa el Torneo Betplay o Primera B.

La constante y oportuna entrega de informaciones, el lenguaje asertivo que se emplea, la relación institucional directa con los sectores periodísticos, aficionados, padres de familia, entidades públicas y empresarios; demuestra que, institucionalmente, se comprende con propiedad la importancia de las relaciones públicas como factor esencial en el marketing deportivo, que es mucho más que convencer a un sponsor.

De continuar por la ruta que transita, Llaneros Fútbol Club tiene presente, pero, sobre todo, un promisorio futuro. Ese es el camino. Muchos éxitos.

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