Esta semana una institución educativa privada de Villavicencio, específicamente el Instituto Politécnico Agroindustrial, en un significativo acto y con un brindis entregó unos premios (dinero en efectivo) a los deportistas que obtuvieron medallas para el Meta en la primera edición de los Juegos Nacionales y Paranacionales Juveniles, que se cumplieron en noviembre pasado en ciudades del Eje Cafetero.
Hay que aplaudir ese gesto de reconocimiento al esfuerzo de los deportistas que hizo el Politécnico Agroindustrial, porque independientemente de la cantidad que les entregó y si se le suma el apoyo educativo que les brinda, demuestra su compromiso con la juventud dedicada al deporte y, de paso, es otro ejemplo para la Gobernación del Meta, que por el contrario ‘pasó en blanco’ esos logros.
Y digo que es otro ejemplo, porque otros entes territoriales con menos capacidad económica, como el Departamento del Tolima y, por supuesto, las potencias como Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá, entregaron estímulos económicos a sus jóvenes por sus logros deportivos.
Aquí solo fueron ‘palmaditas’ de felicitación, fotos y mensajes en redes sociales para ‘legalizar’ el reconocimiento del gobernante y una que otra condecoración de la Asamblea Departamental, que ya parece solo una anécdota para cumplir con el protocolo.
Y es que lo de los Juegos Nacionales y Paranacionales Juveniles no sorprende. Ya a comienzos de septiembre pasado se vivió otro episodio con la atleta Xiomara Saldarriaga, medallista de bronce en los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Aquí la pasearon en carro de bomberos, la condecoraron, se tomaron fotos y se hicieron notar al lado de ella en las redes sociales. Sin embargo, de ahí no pasó el reconocimiento a su histórica medalla. Mientras sus compañeros, por ejemplo, del Valle del Cauca le contaban a la propia Xiomara que recibieron dinero y hasta vivienda por sus logros en los Paralímpicos, aquí todo pasó con más pena que gloria.
Y eso que no se trata a fondo el caos que vivieron los deportistas metenses en varias fases de los Juegos Intercolegiados 2024, en los que algunas delegaciones ni siquiera tuvieron uniformes para representar al Meta, llegando incluso a no desfilar para no pasar vergüenzas.
Ojalá en estos tiempos de reflexión y balances, quienes tienen la responsabilidad de direccionar el deporte metense, pero también a quienes dirigen otras entidades como las Universidades, sean iluminados para que mantengan muy presente el sentido común y lo apliquen con quienes le dan brillo y buen nombre al Departamento.
P.D.: Como dijo con mucha decepción un técnico departamental tras el acto del Politécnico: “Cuando hay voluntad, las cosas son posibles y así sea poquito se agradece mucho ese reconocimiento; pero es muy triste ver lo que ocurre en nuestro deporte”.
