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¿Por qué a Llaneros le causa tanto dolor de cabeza los equipos con juveniles?

Por: Alfonso Sierra Prensa Acord Meta

La derrota de Llaneros frente a Orsomarso por 0 a 2 goles en la tercera fecha de la semifinal del Torneo Betplay II, volvió a disparar las alarmas, y llamó de nuevo a preguntarse por qué los equipos integrados por jugadores jóvenes han sido la piedra el zapato para el conjunto llanerista.

Antes, no pudo ganarle a los muchachos de Boca Juniors en Palmira con los que igualó a 0, luego cayó de visitante ante los ‘chinos’ de Barranquilla por 2 a 3, después fue superado en el Bello Horizonte por el juvenil Bogotá FC, que hasta estuvo goleándolo 0 a 3 (al final el resultado terminó 2 a 3). Y contra el mismo Orsomarso, en la fase todos contra todos, igualó a un tanto en el estadio Francisco Rivera Escobar.

Valorando la condición técnica, el ímpetu y la velocidad de los ‘pelaos’ de Orsomarso, el verdugo más reciente de Llaneros, es preciso también cuestionar y buscar el grado de responsabilidad de los experimentados jugadores llaneristas en las caídas contra los noveles futbolistas enfrentados esta vez, como en los juegos recordados, todos disputados este año.

Un equipo con rótulo de campeón y tocando la puerta del ascenso, puede caer en un partido frente a un grupo de muchachos correlones, técnicos y ambiciosos, pero tantas veces no. A la falta de juveniles que contrarrestaran la similar condición del rival, podría atribuirse de manera rápida la derrota de este sábado en el estadio Francisco Rivera Escobar. Sin embargo, la plantilla inicialista contaba con jugadores todavía jóvenes, Jean Carlos Angulo, Jhildrey Lasso y Neider Stiven Ospina.

Si se valida como absoluta y concluyente la teoría de que el exceso de veteranos y la escasez de juveniles en el banco (no fueron llevados Brandon Chury y Carlos Bogotá), fue la causa total del resultado adverso; es posible que esta se quede corta y que el análisis termine siendo superficial, o no determinante del porqué de la pérdida en un encuentro que debía ganar, o al menos empatar Llaneros, para estar cómodo en el liderado del Grupo B, y mantenerse más distanciado como primero de la Tabla de la Reclasificación, que ahora se apretó.

A este mismo Orsomarso, en la actual semifinal, le ganó Real Cartagena por 2 goles a 1 en el estadio Jaime Morón y le empató sin goles de visitante Deportes Quindío. Mirando las edades de los tres equipos, incluido Llaneros, los tres están entre 26 o 28 años en su promedio de edad. El de Orsomarso, es de 21 años. ¿Por qué Real Cartagena y Quindío con jugadores veteranos sí pudieron, y por qué Llaneros fue superado en el resultado y en el trámite del juego?, la edad no sería en consecuencia la única, o la razón primordial.

La causa entonces tiene otras aristas y surgen preguntas a resolver. ¿Fue exceso de confianza en los otros juegos como en el de ahora?, ¿se quiso ganar de historia y camiseta?, se creyó que era suficiente con tener la pelota y darle manejo, dejando de ponerle la dosis de velocidad y actitud necesaria para superar a unos muchachos con hambre de triunfo y que sueñan con ser figuras?, ¿se pensó que el respeto del rival al campeón alcanzaba para imponer condiciones y ganar con comodidad? ¿o se supuso que el partido ya estaba ganado sin jugarlo? ¿Fueron todas las anteriores?

Entregas equivocadas de la pelota (hasta en errores no forzados como se dice en tenis), llegadas a la marca sin distancia, desconcentración, lentitud en salidas, ataques sin orientación definida, balones profundos sin destinatario y escasa presencia ofensiva cargadas de riesgo claro; fueron algunas de las falencias que condujeron a Llaneros a verse menos contra un rival que lo sometió de principio a fin. El triunfo del equipo vallecaucano es inobjetable.

La experiencia vivida debió dejar en Llaneros varias enseñanzas y aprendizaje asimilado para enfrentar con decisión, autoridad y jerarquía el juego de vuelta de este miércoles 13 de noviembre ante Orsomarso, programado para iniciar a las 6 de la tarde, en el estadio Bello Horizonte.

Sin los ‘pelaos’ rivales corren, los jóvenes y los mayores de Llaneros deben correr el doble’; si los ‘pelaos’ presionan, los locales deben presionar el doble. Sin se tiran al piso, puesto el balón en movimiento, los jugadores de Llaneros tienen que acelerar con el pie a fondo. Actitud y más actitud, tiene que ser la consigna en esta y en todas la batallas futbolísticas. La superioridad no se queda en el camerino, se demuestra en la cancha.

Llaneros Fútbol Club tiene la mejor plantilla del Torneo Betplay 2024, ninguna duda cabe al respecto. Pero está condicionado a hacerla valer y respetar, jugando bien, y ganado con propiedad. Por fortuna, sigue dependiendo de sí mismo para llegar a la segunda final consecutiva y para ascender rápido por el atajo que se llama Reclasificación.

Dicen que las oportunidades las pintan calvas. Jugadores y cuerpo técnico saben que mucho ha costado lo conseguido, y que no se puede tirar por la borda. Ahogarse en la orilla, ‘ni de fundas’, como dice mi mamá. Ánimo, hay con qué muchachos llaneristas. Los juveniles de Orsomarso no nos pueden dañar la fiesta, que mucho ha costado organizarla para vivirla como merecemos todos.

Coletilla: Así como los jugadores están convocados a poner la fuerza, técnica, táctica y el pundonor deportivo que se necesitan; también los aficionados deben estar comprometidos a llenar las tribunas de Occidental, Oriental y Norte del Bello Horizonte que estarán disponibles para ingresar. Como en el juego de la ‘Perinola’, todos estamos obligados a ‘poner’. ¡Sí se puede!

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