Nunca dejará de ser impredecible el fútbol, justamente, en la incertidumbre que lo cobija, está buena parte de su majestuosidad. Sin embargo, es tarea de todos los equipos evitar al máximo ser sorprendidos, y, por eso, la táctica y la estrategia con la que afrontan los partidos, juegan un papel preponderante.
Nadie puede vaticinar con total seguridad, cuál puede ser el resultado de un juego en este deporte, como en ninguno; pero sí es deber de los técnicos estudiar los rivales y potenciar sus jugadores en los esquemas que utilizan: en resumen, prepararse para correr los menos riesgos posibles, y ‘aproximarse’ a la consecución del éxito.
Lo primero que tiene que hacerse desde el punto de vista técnico, es valorar al rival, indistinto de su pasado deportivo, o de la posición que ocupe en la tabla de clasificación. Consabido es que cada juego es una historia distinta, y que no hay enemigo pequeño. Nada es más perjudicial que sentirse ganador o menospreciar al contrario. La fraseología popular dice con sapiencia que ‘seguro mató a confianza’.
La inesperada derrota de Llaneros frente a Bogotá por 2 a 3 goles es, aparte de perjudicial para el propósito de ascenso directo vía reclasificación, porque, ‘los puntos perdidos en el fútbol se lloran’; tiene que ser un pizarrón sobre el cual se analice el porqué de la caída en el estadio Bello Horizonte, en un partido que debía necesariamente ganar. El papayazo que dio el equipo llanerista en la fecha 11 del Torneo Betplay II, es de ‘no te lo puedo creer’.
La derrota del Huila (su rival en la mira), ser local ante uno de los equipos no favorito del campeonato, sin con ello decir que era fácil, la fortaleza de su plantilla, la motivación de comprender lo mucho que se jugaba, y el apoyo del público que lo respalda en gran número; eran elementos más que suficientes para que el conjunto llanerista saliera decidido a lograr la victoria en su casa.
En la manta extendida del análisis, tiene que ponerse, si en realidad se estudió con profundidad al equipo bogotano, si se tuvo en cuenta que unos días atrás goleó a Cúcuta Deportivo, si se observó la rapidez de varios de sus jugadores; o si tan solo se miró el puesto que ocupaba en la clasificación. Es más, si se evaluó que los equipos conformados por juveniles y sin presión, suelen venir de menos a más, y terminar en picos altos de rendimiento los campeonatos.
También, es preciso considerar si fue acertada la decisión de cambiar la nómina en varios de sus integrantes, con todo y el expuesto argumento de sobre carga física en algunos jugadores; sustituyéndolos, además, por otros que venían sin ritmo de competencia, indistinto de la causa. Hay momentos para experimentar, y otros donde no es conveniente hacerlo, pues, de por medio, están los objetivos supremos que se busca alcanzar.
El partido era fundamental para Llaneros, porque ganándolo aseguraba el cupo en la semifinal por anticipado, y se encumbraba en la cima de la reclasificación, que representa muchísimo, lo que es más que conocido. Se jugaba mucho ante un rival, aparentemente de poco peso, pero que mucho podía conseguir, y muy poco perder, de haberse ido derrotado. Regresó a la capital del país con lo primero.
Es igualmente válido preguntarse y observar con serenidad, por qué la debilidad en la capacidad de definición es, y sigue siendo, el gran Talón de Aquiles del equipo. De hecho, lo ha sido históricamente en el club llanerista. Cómo solucionar la efectividad es, tiene que ser, un trabajo a realizar con urgencia en las prácticas. Si a un equipo le dieran puntos por opciones de gol perdidas, Llaneros hace rato estaría en la primera división del fútbol colombiano.
Un repetido proverbio chino dice que hay tres cosas que no regresan: ‘La palabra pronunciada, la fecha lanzada y la oportunidad perdida’. Llaneros dejo ir la última, lastimosamente. Por fortuna, en el fútbol también se afirma que cada partido da revancha. ¡A levantarse, no hay de otra!, porque lo perdido, aunque sorprendente, perdido está.
Posdata: Por qué a Llaneros le cuesta tanto enfrentar a rivales sobre el papel menos fuertes y se agranda ante equipos ‘cocos’ de la Primera B. De visitante, empató con Boca Juniors de Cali y perdió ante Barranquilla y Bogotá , todos compuestos por juveniles, y le ganó a Real Cartagena y a Cúcuta Deportivo, que tienen nóminas más poderosas. Otro asunto para revisar.